"No sé cómo regalaré el roscón de Pascua a Pol este año."
Semana Santa, una forma original de tener un recuerdo de la madrina, un roscones de Pascua no tan dulce pero mucho más duradero.
A veces la distancia no permite un encuentro tradicional de cada año con el ahijado. Pero no hay nada como las ganas de hacer algo.
Cristina ha querido explicarnos su intención y la dificultad del momento para cumplir con sus obligaciones de madrina.
En el taller hemos encontrado una forma de no fallar en la cita de Pascua. Un roscón con unos ingredientes diferentes: cartulina, cola, colores acuarelables y penachos. Un ratito de cocción y un sobre interior para poner otra sorpeseta, ya más privada.
Gracias por la confianza y por un proyecto tan divertido.